EL ESPÍRITU DE CHARLES, EL CARÁCTER DE UN CABALLERO.

Caballero y emprendedor del siglo XIX que se atrevía con todo, Charles Heidsieck era un heredero champañés con un gusto desmedido por los desafíos. Por eso, a los 29 años decidió fundar una Maison de Champagne a su imagen y semejanza: auténtica, elegante y totalmente diferente a las demás. Fiel a este espíritu, su nieto Charles-Marcel creó un Blanc de Blancs que consolidó el estilo de la Casa, que abarca todas las cepas. Degustar el Blanc de Blancs de Charles Heidsieck es descubrir la exultante tensión de la variedad chardonnay en sus suaves burbujas.

100% CHARDONNAY, TENSO Y CARNOSO. GENEROSO Y CARNOSO: una complejidad aromática que caracteriza a los vinos Charles Heidsieck.

TENSIÓN ELEGANTE: la variedad Chardonnay expresa su frescor en un ataque directo y un  final vivo. TEXTURA: las burbujas parecen terciopelo, gracias al 25 % de vinos de reserva y a la prolongada maduración en las canteras de tiza.

Vista: la primera impresión es un color dorado cristalino con los re ejos típicos de la variedad Chardonnay. Nariz: se escapan los aromas maduros de Chardonnay: melocotón de viña, cítrico con tado, con algunas notas de tilo, madreselva y avellana fresca. En segunda nariz aparecen notas sutiles de mandarina y limón. Boca: la generosidad típica de Charles envuelve el frescor y la tensión de este vino. El ataque es directo, puro y sin agresividad, con una suavidad poco común para un Blanc de Blancs que suele de nirse como anguloso más que como untuoso. El equilibrio sorprende por su mineralidad y su lado salino.